Page 55 - ALERGIAS BÁSICAS
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– Tratamientos antiinflamatorios dirigidos a inhibir la adhesión leucocitaria al endotelio
vascular.
– Tratamientos dirigidos a modificar el desequilibrio Th1/Th2. Diversos estudios apoyan que
la IL-10, que habitualmente se considera una terapia potencial para enfermedades
inflamatorias mediadas por linfocitos Th1, también puede ser útil en el tratamiento de
procesos inflamatorios mediados por linfocitos Th2, al ser capaz de prevenir la acumulación
de eosinófilos activados en los órganos diana.
– Gracias a los avances en la investigación molecular, se están desarrollando nuevos
fármacos en el tratamiento del asma, que van dirigidos específicamente a contrarrestar los
anticuerpos que producen los síntomas alérgicos. Dentro de los llamados fármacos del grupo
de los “Biológicos”, la EMEA aprobó en 2005 el uso en humanos del Omalizumab, un
anticuerpo monoclonal bloqueante de la IgE, que reduce la cantidad de dicha inmunoglobulina
en sangre y que ejerce al mismo tiempo un efecto inmunomodulador leucocitario. Desde su
aprobación, más de 70.000 pacientes de todo el mundo han recibido este tratamiento,
comprobándose una reducción muy importante en las visitas a urgencias y en el número de
hospitalizaciones. Otras moléculas de interés son el Mepolizumab (anticuerpo monoclonal
anti-IL-5) los anticuerpos anti-TNF y las moléculas bloqueadoras del INF-γ.
HIPERSENSIBILIDAD DE TIPO II O MEDIADA POR ANTICUERPOS
Definición
Otros anticuerpos distintos a la IgE también pueden ocasionar lesión tisular, reclutando y
activando células inflamatorias al foco de lesión y activando el sistema del complemento.
Estos anticuerpos productores de enfermedad pueden ir dirigidos específicamente contra
antígenos celulares o tisulares fijos. En la mayor parte de los casos estos anticuerpos son
autoanticuerpos dirigidos contra antígenos propios. En ocasiones también pueden producirse
contra antígenos extraños que se depositan sobre los antígenos celulares y/o tisulares
propios (proteínas endógenas) alterando su estructura normal (es el caso de algunos
fármacos), o que presentan reactividad cruzada con estos antígenos normales. Algunos de
estos anticuerpos pueden encontrarse en las células, tejidos u órganos, unidos a sus
respectivos antígenos, o bien libres en la circulación, y las enfermedades a las que dan lugar
reciben el nombre de HS de tipo II o mediada por anticuerpos. Estos anticuerpos suelen ser
de la clase IgM o IgG y los mecanismos que utilizan para provocar enfermedad, son
básicamente los mismos que emplean en la respuesta inmunitaria normal para proteger. En
general, la unión de los anticuerpos a antígenos presentes sobre la superficie de
determinadas células, tejidos u órganos del propio organismo, es la responsable de que las
lesiones se circunscriban a localizaciones concretas, por lo que para denominar a las
enfermedades producidas a través de este mecanismo, utilizaremos el término de
“enfermedades autoinmunes organoespecíficas” o específicas de órgano, si bien algunas de
ellas pueden adoptar un carácter sistémico.
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