Page 51 - ALERGIAS BÁSICAS
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anticuerpos IgE específicos frente a determinados alergenos.

               Los  factores  principales  que  intervienen  en  la  regulación  de  la  síntesis  de  la  IgE  son  la
               herencia, la historia natural de exposición al antígeno, la naturaleza del antígeno y de un
               modo muy importante los linfocitos T helper (Th) y sus citocinas. Centrándonos un poco en
               este  último  aspecto  y  haciendo un  poco de  historia,  diremos  que  ya  en  el  año 1986  fue
               propuesta una subdivisión mayor de los linfocitos Th CD4+ de ratón en Th0, Th1 y Th2, según
               los  patrones  de  producción  de  citocinas.  A  partir  de  entonces,  diversos  autores  aislaron
               clones de linfocitos Th humanos, similares a los descritos para el ratón, hablando de patrones
               de citocinas Th0-like, Th1-like y Th2-like. Así tras la primoactivación, los linfocitos T “naïve”
               solo producen IL-2; a los pocos días de haberse activado se transforman en células Th0, las
               cuales  dependiendo  del  tipo  de  antígeno  estimulante  y  tras  varios  días  de  exposición  al
               mismo, se transforman en células Th1 o Th2. Hoy se acepta que los clones Th1 sintetizan y
               secretan entre otras citocinas IL-2, INF-γ, TNF-β e IL-12, pero no IL-4 ni IL-5, mientras que
               los clones Th2 producen entre otras IL-4, IL-5, IL-6, IL-10 e IL-13, pero no IL-2 ni INF-γ; una
               tercera subpoblación de linfocitos T, la Th0, sintetiza un patrón mixto de dichas citocinas
               (185).  La  subpoblación  Th1  mediará,  como  veremos  más  tarde,  reacciones  inflamatorias
               asociadas a respuestas vigorosas de hipersensibilidad retardada pero con baja producción
               de anticuerpos (inmunidad celular), tal como ocurre por ejemplo en la dermatitis por contacto
               o en infecciones debidas a algunas bacterias o parásitos intracelulares. Por el contario, el
               fenotipo  funcional  de  la  mayor  parte  de  los  clones  Th2,  no  se  asocia  a  respuestas  de
               hipersensibilidad retardada, pero sí a producción persistente de anticuerpos (incluyendo IgE)
               y eosinofilia, tal como ocurre en infecciones helmínticas en humanos, y en la alergia. Los
               factores  medioambientales  y  genéticos  determinan  la  diferenciación  Th1/Th2;  así,  la
               presencia temprana de IL-4 en el microambiente que rodea a la célula Th respondedora,
               constituye el estímulo más potente hacia la diferenciación Th2, mientras que el INF-γ o la IL-
               12 favorecen el desarrollo Th1. Hoy en dia, la identificación de la vía concreta involucrada en
               las  distintas  formas  clínicas  o  estadios  de  una  enfermedad  permite  habitualmente  la
               aplicación  de  esquemas  terapéuticos  más  precisos  y  certeros.  En el  caso  concreto  de  la
               alergia, por ejemplo, se sabe que en los lugares de reacciones de HSI en la piel y en los
               bronquios se acumulan principalmente linfocitos Th2. La IL-4 secretada en la zona favorece
               el “switching” o cambio de de isotipo a la IgE y promueve el reclutamiento de eosinófilos y el
               crecimiento de mastocitos, y la IL-5 activa a los eosinófilos. Los individuos atópicos, aparte
               de  contener  un  mayor  número  de  células  T  secretoras de  IL-4  en  su  circulación  que  los
               individuos normales, producen más IL-4 por célula que las personas no atópicas. Todos estos
               factores contribuyen a la producción aumentada de IgE que suele asociarse a la atopia.


               Actualmente se conocen nuevos patrones de linfocitos TCD4+, entre los que figuran los Th17,
               los Th3, o las llamadas células T reguladoras (Treg), todos ellos involucrados en distinto grado
               con la alergia. Los linfocitos Th17 son distintos a los Th1 y Th2 y se caracterizan por producir
               IL-17, TNF-alfa, IL-6, IL-22 y GM-CSF. Aunque su función fisiológica parece estar involucrada
               en la eliminación de determinados parásitos, sobre todo de tipo helminto, fue su identificación
               en enfermedades inflamatorias y/o autoinmunes lo que causó un gran revuelo e investigación.
               Así, los linfocitos Th17 parecen estar implicados en enfermedades como la psoriasis, u otras
               caracterizadas por proinflamación e inmunopatología. La investigación sobre los Th17, ha
               permitido ampliar las vías de respuestas inmunoinflamatorias a tres vías independientes y
               exclusivas: IL-12/ IFN-gamma, IL-4/IL-5/IL-13 e IL-23/IL-17. Se ha reportado que la IL-17 y
               las células Th17 participan de manera importante en el desarrollo de varias enfermedades



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