Page 47 - ALERGIAS BÁSICAS
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Los pacientes con linfoma de Hodgkin tienen anergia cutánea a antígenos a los que han
estado expuestos antes de desarrollar la enfermedad como el toxoide tetánico y Candida.
También se observan alteraciones de la respuesta proliferativa frente a activadores
policlonales, sin que se conozca la causa de la anomalía que les hace más susceptibles a
infecciones.
Los pacientes con leucemia linfática crónica y mieloma presentan una disfunción de los
linfocitos B siendo susceptibles a infecciones por bacterias capsuladas como Neisseria.
INMUNOSUPRESIÓN SECUNDARIA A TRATAMIENTOS FARMACOLÓGICOS O
INMUNOSUPRESIÓN IATROGÉNICA
La inmunosupresión secundaria a tratamientos farmacológicos o inmunosupresión
iatrogénica es la más común en los países del primer mundo, debido al empleo de fármacos
inmunosupresores para evitar el rechazo de aloinjertos o para el tratamiento de
enfermedades de base inmunológica o inflamatoria.
Los pacientes con cáncer pueden recibir antineoplásicos, citotóxicos para los linfocitos
maduros y para los precursores de los polimorfonucleares y monocitos, que se acompañan
de un periodo de inmunosupresión con riesgo de sufrir infecciones.
Así mismo, en el tratamiento de enfermedades autoinmunes e inflamatorias, se utilizan
anticuerpos y/o proteínas de fusión dirigidas contra el factor de necrosis tumoral, inhibiendo
su función controladora de las infecciones intracelulares.
ESPLENECTOMÍA
Los pacientes esplenectomizados como consecuencia del tratamiento de ciertas
enfermedades, o por un traumatismo, o con un bazo no funcional, son más proclives a
infecciones por microorganismos capsulados como Neisseria, debido a la falta de fagocitosis
de los microorganismos opsonizados.
INMUNOSUPRESIÓN POR MICROORGANISMOS
Determinadas infecciones conducen a la inmunosupresión.
Infección por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH)
El VIH produce una inmunosupresión por afectación directa de los linfocitos T, que favorece
una infección crónica progresiva de infecciones oportunistas, neoplasias malignas y
degeneración del sistema nervioso central. El ciclo del virus tiene siete fases y son
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