Page 320 - ALERGIAS BÁSICAS
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las sustancias implicadas, a la susceptibilidad individual y a factores medioambientales que
               facilitan su aparición. Condiciones como la xerosis cutánea, la atopia y otros cuadros que
               alteran la función «barrera» de la piel, actúan como co-factores. Afectan más a mujeres. En
               el caso de la dermatitis por contacto aguda por irritantes, basta un único contacto que altere
               la  piel  para  ocasionar  manifestaciones  que  van  desde  un  enrojecimiento,  eventualmente
               acompañado de ampollas y hasta ulceraciones en el sitio de la exposición. La irritación es
               mayor en las zonas donde la piel es más delgada por lo cual variará la intensidad del cuadro
               y la cantidad de irritante necesaria para producirlo. Este «umbral» necesario, a veces no es
               sobrepasado  y  la  exposición  reiterada  del  irritante  en  dosis  subumbrales  produce,  por
               acumulación,  una  dermatitis  por  contacto  irritativa  crónica,  caracterizada  por  eritema,
               descamación,  liquenificación,  discromías  y  queratosis  eventualmente  fisurada.  Los
               contactantes más frecuentes son el uso de jabones y detergentes, solventes y productos de
               limpieza,  sustancias  fuertemente  ácidas  o  alcalinas,  hidrocarburos,  polvos  y  químicos
               volátiles, cemento, herbicidas, pesticidas, fibra de vidrio, etc. La humedad, la oclusión y la
               fricción  facilitan  la  instauración  de  estos  cuadros.  La  exposición  solar  o  a  los  tubos
               fluorescentes  puede  desencadenar  una  reacción  fototóxica  (no  fotoalérgica)  ante  ciertas
               sustancias como derivados del petróleo y furocumarinas. Dado que algunos agentes pueden
               causar  tanto  una  forma  de  dermatitis  irritativa  o  de  contacto es  obligatorio descartar  una
               sensibilización alérgica. El diagnóstico diferencial incluye la propia dermatitis alérgica, otros
               eccemas como el numular, la dermatitis atópica, la psoriasis, la tiña de manos, el liquen simple
               crónico, dermatitis por fibra de vidrio o dishidrosis.


               Las  dermatitis  de contacto  alérgicas  están  producidas  por  la  sensibilización  alérgica  a
               ciertas sustancias y es el requisito previo la sensibilización para que aparezca este tipo de
               dermatitis por contacto, generalmente entre 24 y 96 hs. de producido un nuevo contacto con
               el alérgeno. Se trata de reacciones tipo IV (o celular) (ver capítulo de dermatitis de contacto).


               El diagnóstico etiológico final sigue residiendo en la prueba del parche o epicutánea (figura
               4), la cual debe ser realizada por personas expertas. Estas pruebas diagnósticas se deben
               realizar con un excipiente y a una concentración adecuada. Se ha de repetir la prueba ante
               la sospecha de un síndrome de piel irritada o en caso de mala adherencia o despegamiento
               de los parches. En ocasiones hay que realizar diversas diluciones con sustancias en las que
               las diluciones no están estandarizadas. En estos casos también es necesario realizar parches
               en sujetos sanos para descartar efecto irritativo. En ocasiones hay que parchear la propia
               ropa  de  trabajo  o  limaduras  de  las  sustancias  tal  cual.  Las  pruebas  de  provocación  o
               aplicación repetida de forma abierta pueden confirmar la positividad de los parches, porque
               una prueba de parche positiva no siempre implica una expresión clínica, al igual que las
               pruebas cutáneas para determinar IgE específica. De forma experimental se pueden realizar
               pruebas de estimulación de linfocitos con el alérgeno responsable. Las pruebas epicutáneas
               no se pueden realizar en caso de dermatitis que afecten a espalda o brazos (donde se colocan
               los parches), si el paciente está recibiendo dosis altas de esteroides sistémicos o si se han
               aplicado estos medicamentos a zonas donde se van a colocar los parches. En ocasiones, la
               sensibilización  solamente  ocurre  con  la  exposición  a  las  radiaciones  ultravioleta  que
               convierten al químico en un agente sensibilizador. La erupción aparecerá entonces en sitios
               expuestos. Fragancias y abrillantadores ópticos, suelen intervenir en estos casos. En estos
               casos hay que exponer los parches a radiación ultravioleta.







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