Page 319 - ALERGIAS BÁSICAS
P. 319
crónicas desarrollan enfisema más a menudo, mientras que los criadores de palomas, por lo
general, evolucionan hacia la fibrosis pulmonar, con un mal pronóstico.
PATOLOGÍA CUTÁNEA OCUPACIONAL
DERMATITIS OCUPACIONALES
La dermatosis ocupacional o laboral se puede definir como toda afectación de la piel,
mucosas o anexos, directa o indirectamente causada, condicionada, mantenida o agravada
por todo aquello que sea utilizado en la actividad profesional o exista en el ambiente de
trabajo.
La legislación española define las dermatosis profesionales como “toda enfermedad de la piel
de origen físico o químico, bien sea causada por irritantes primarios o por sensibilizantes
cutáneos que obliguen a una interrupción del trabajo permanente o recidivante”.
De todas las enfermedades ocupacionales, aproximadamente un 35% cursan con
manifestaciones cutáneas. Una de las dermatosis ocupacionales más frecuente es la
dermatitis por contacto, ya sea irritativa o alérgica, que puede suponer hasta el 90% de estas
dermatosis.
Pero también quedan incluidas en esta clasificación la urticaria de contacto, las de causa
infecciosa, el acné o tumores. De cualquier manera, la profesión de las personas es un
indiscutible factor de riesgo para la aparición o agravamiento de muchas dermatosis, por lo
cual, siempre debe ser tenida en cuenta.
Las dermatosis profesionales tienden a localizarse en regiones anatómicas expuestas
directamente por maniobras laborales, o por impregnación de la ropa de trabajo, pero también
pueden localizarse en otras zonas no directamente expuestas por aerosolización de las
sustancias. En la historia clínica hay que hacer un especial énfasis en que la historia clínica
sea concordante con la exposición al igual que la localización de las lesiones. Se sospechará
ante su mejoría en períodos de vacaciones o de descanso; aunque si no es así, en modo
alguno se puede descartar la relación con el trabajo.
Dermatitis por contacto ocupacionales.
Existen dos tipos: las irritativas (80% de los casos) y las alérgicas. No hay prácticamente
actividad humana que no presente el riesgo de contraerla debido a la manipulación obligada
de ciertas sustancias peculiares, tanto en los materiales como del ambiente laboral, o bien
por las herramientas empleadas e incluso la indumentaria, la protección o la higiene
requeridas.
Un interrogatorio minucioso de posibles agentes contactantes es imprescindible ayudado por
las fichas de seguridad aportadas por el trabajador.
Las dermatitis irritativas, a diferencia de las alérgicas, presentan una fisiopatología y unos
cuadros clínicos más variados, debidos principalmente a las características fisicoquímicas de
315