Page 240 - ALERGIAS BÁSICAS
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Sección IV – Capítulo 7 | ASMA


               BRONQUIAL: GUÍAS DE TRATAMIENTO


               Y TESTS DE CALIDAD DE VIDA






               OBJETIVO DEL TRATAMIENTO


               El  objetivo  del  tratamiento  del  asma  es  conseguir  un  buen  control  a  largo  plazo  de  la
               enfermedad,  reducción  de  los  síntomas,  mantenimiento  del  nivel  de  actividad  normal,
               prevención de las exacerbaciones y evitar la pérdida acelerada de la función pulmonar. Son
               varios los Comités Científicos que han elaborado guías especiales con recomendaciones y
               tratamiento para el asma. Desde el año 2002 la GINA (Global Iniciative for Asthma), realiza
               revisiones anuales, con el fin de elaborar una estrategia global para la prevención y manejo
               del  asma,  aplicables  a  la  práctica  clínica.  En  la  última  actualización  (2014)  insiste  en  la
               importancia  de  documentar  el  diagnóstico  de  asma  previamente  a  la  instauración  de  un
               tratamiento.

               El manejo del asma con éxito incluye 4 componentes esenciales:

                   ●  Monitorización rutinaria de síntomas y función pulmonar.
                   ●  Educación del paciente en el contexto de una relación adecuada médico-paciente.
                   ●  Control de factores ambientales desencadenantes y comorbilidades que contribuyen
                       a empeorar el asma.
                   ●  Tratamiento farmacológíco de mantenimiento y en exacerbaciones.


               El tratamiento se establece en base a la etiología, la severidad de los síntomas, los hallazgos
               de  la  exploración  y  valores  de  función  ventilatoria  (FEV1  o  las  tasas  de  flujo  espiratorio
               máximo).

               Los pacientes tanto con asma alérgica como no alérgica, reaccionan a los desencadenantes
               inespecíficos:  aire  frío,  infecciones,  irritantes  tales  como  las  emisiones  de  diésel,  la
               contaminación del aire, el perfume y el humo del tabaco. Medidas simples  como evitar el
               humo del tabaco, uso de perfume u otros olores pueden disminuir los síntomas. Otros factores
               desencadenantes, como infecciones respiratorias altas, son difíciles de evitar. La gripe es con
               frecuencia más grave en los pacientes con asma. Por lo tanto, se recomienda que todos los
               pacientes  con  asma  sean  vacunados.  La  administración  de  la  vacuna  antineumocócica
               también se recomienda a todos los pacientes con asma, mayores de 19 años de edad para
               la prevención de enfermedad neumocócica invasiva.


               Las  comorbilidades  como  la  enfermedad  por  reflujo  gastroesofágico  y  el  reflujo
               laringofaríngeo,  rinitis  o  rinosinusitis,  apnea  del  sueño,  y  abuso  de  sustancias  deben  ser
               tratados. La rinosinusitis y el reflujo gastroesofágico (ERGE) son desencadenantes comunes
               de asma  y/o  tos.  El  ERGE  puede exacerbar  el  asma.  Debido a  que  el  ERGE  puede  ser



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