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Sección IV – Capítulo 2 | APROXIMACIÓN
AL PACIENTE CON INFECCIONES Y
CATARROS RECURRENTES
INTRODUCCIÓN
Uno de los motivos de frecuentación de las consultas médicas y urgencias, tanto en adultos
como en niños, son las “infecciones y catarros frecuentes”. En el concepto de “infecciones
recurrentes” se incluyen las infecciones que son muy numerosas, leves y con buena
respuesta al tratamiento, pero también puede tratarse de infecciones muy graves o de muy
larga duración, asociadas a complicaciones inusuales o que no pueden resolverse con el
tratamiento habitual.
Todos los niños sufren infecciones recurrentes en mayor o menor medida y particularmente
en la etapa de preescolar. En la práctica, en muchas ocasiones el diagnóstico de infección
es puramente clínico, basado en signos y síntomas no específicos de infección, por lo que
habrá que incluir en el diagnóstico diferencial procesos presumible o posiblemente
infecciosos (aftas, diarrea crónica, artritis…). Además, el objetivo de este enfoque diagnóstico
es diferenciar si se trata de un niño normal con las infecciones habituales de su edad, de un
niño más susceptible a las infecciones por algún motivo (atopia, enfermedad crónica,
malformación anatómica…) o de un niño con una inmunodeficiencia (que es lo menos
frecuente).
El lactante mayor y preescolar puede tener 7-8 infecciones anuales de modo habitual (incluso
más en algunos casos), principalmente de las vías respiratorias superiores. La duración
media de los síntomas respiratorios es de 8 días (pero pueden prolongarse hasta 2 semanas).
La mayoría de las infecciones respiratorias son virales. Estos niños no suelen tener más de
un episodio de neumonía o más de dos episodios de otitis media no complicada en los
primeros 3 años de vida, tienen un crecimiento y desarrollo normales, responden con rapidez
a un tratamiento adecuado, se recuperan por completo y están sanos entre las infecciones.
El examen físico y pruebas de laboratorio son normales. A partir de los 5-6 años la frecuencia
de las infecciones disminuye.
Entre los factores que aumentan el riesgo de infecciones se encuentran:
● Asistencia a la guardería o escolarización.
● Hermanos mayores escolarizados.
● Exposición al humo de tabaco.
● Atopia: Los niños con enfermedades atópicas son más propensos a desarrollar
infecciones recurrentes y persistentes del tracto respiratorio superior, como sinusitis,
rinitis y otitis media. Esto puede ser debido a una mayor adhesión de los patógenos
al epitelio respiratorio inflamado, al aumento de la permeabilidad de la mucosa, a una
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