Page 164 - ALERGIAS BÁSICAS
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La forma típica de presentación de las IDPs: Niños que en los primeros años de vida
presentan infecciones recurrentes con mala respuesta a los tratamientos adecuados, sin
embargo, en algunos niños sólo se manifiesta como fallo de medro. En otras, son frecuentes
las alteraciones a varios niveles, como en el Síndrome de DiGeorge que presenta anomalías
cardiacas y faciales, y una inmunodeficiencia predominantemente celular.
Hay que tener en cuenta que en los últimos años se han descrito nuevas IDP cuya forma de
presentación no son las infecciones recurrentes, sino procesos febriles recurrentes
asociados,
o no, a inflamación de tejidos blandos sin que exista un desencadenante infeccioso,
autoinmune o neoplásica. Éstos son un tipo de IDP denominadas síndromes
autoinflamatorios.
Pero en otros casos las IDP se pueden presentar de forma tan sutil que el diagnóstico es
posible sólo si el médico es consciente de este grupo de enfermedades. Se estima que el
70% de ellas no son diagnosticadas.
SOSPECHA DE UNA INMUNODEFICIENCIA
Las IDP deben sospecharse en pacientes que tienen un número elevado de infecciones
siendo éstas recurrentes y/o persistentes a pesar de los tratamientos correctos, causadas
bien por gérmenes patógenos normales o bien por gérmenes oportunistas. Es frecuente en
los niños el fallo de medro o cuadros de diarrea crónicos. Pero, sobre todo, hay que sospechar
que estamos ante una IDP si existen antecedentes familiares de ello.
Los 10 signos de alarma clásicos que deben hacer sospechar una IDP son:
1. Más de 4 otitis media aguda en un año (según algunos autores 8 o más).
2. Más de 2 neumonías (confirmadas radiológicamente) en un año.
3. Más de 2 sinusitis en un año.
4. Más de 2 infecciones tejidos profundos en un año o de localización no habitual.
5. Infecciones recurrentes cutáneas profundas o abscesos viscerales.
6. Necesidad frecuente de usar antibioterapia endovenosa para curar infecciones.
7. Infecciones por organismos no habituales u oportunistas.
8. Historia familiar de inmunodeficiencias o infecciones recurrente.
9. Retraso ponderoestatural.
10. Más de 2 infecciones graves (meningitis, osteomielitis, sepsis).
Tipo de inmunodeficiencia
Siempre hay que valorar la posibilidad de que un paciente con infecciones recurrentes
presente inmunodeficiencia secundaria o adquirida. Estas son más frecuentes y se
caracterizan por presentar cuadros infecciosos en épocas más tardías de la vida, conforme
progresa la causa que la produce. Las causas más frecuentes de inmunodeficiencia
secundaria son: trastornos hematológicos, neoplasias, terapias inmunosupresoras o
inmunomoduladoras, la infección por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), la
enteropatía pierde de proteínas, la malnutrición y la esplenectomía.
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