Page 77 - ALERGIAS BÁSICAS
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No hay un gen determinado descrito cuya expresión sea crucial para el desarrollo de una
enfermedad autoinmune, en muchas ocasiones hay una combinación de varios genes que
participan en su evolución. Sí se han descrito genes que se asocian a estas enfermedades:
su expresión no implica enfermedad, pero sí se ha comprobado que el desarrollo de la
enfermedad es en pacientes que expresan dichos genes. Un ejemplo estudiado en distintas
autoinmunidades es el de los genes HLA. La expresión de diferentes alelos está asociada al
desarrollo de enfermedad (tabla 2), como la del alelo HLA-B27 en espondilitis anquilosante o
el alelo HLA-DR2 en esclerosis múltiple.
FACTORES HORMONALES
Muchas enfermedades autoinmunes se manifiestan en distinto porcentaje en los distintos
géneros en humano. Así, la artritis reumatoide o el LES se manifiestan tres veces más en
mujeres que en hombres, o la espondilitis anquilosante es predominante en hombres.
Además, en mujeres se ha observado que la severidad de la enfermedad autoinmune es
distinta en el embarazo o durante los periodos menstruales. Estas circunstancias sugieren
que las hormonas sexuales tienen un papel importante en el desarrollo de la enfermedad.
FACTORES AMBIENTALES
Los factores ambientales se han descrito en autoinmunidad como detonantes de brotes con
presencia de manifestaciones clínicas propias de cada enfermedad autoinmune. Entre estos
factores, el contacto con agentes químicos, toxinas o consumo de tabaco se han relacionado
con exacerbación de artritis reumatoide, LES o tiroiditis de Hashimoto. Otras enfermedades
como la enfermedad de Graves junto de nuevo a la tiroiditis de Hashimoto, se relacionan con
el exceso de ingestión de iodina, antiséptico de amplio espectro. Estas relaciones se basan
en muchos casos en la llamada teoría del hapteno, por la que ciertas sustancias químicas en
contacto con el organismo inducen nuevos compuestos frente a los que el individuo genera
una respuesta de producción anticuerpos. Por ejemplo, el consumo de tabaco induce la
conversión de argininas en citrulina, y pacientes con artritis reumatoide desarrollan
anticuerpos frente a proteínas citrulinadas.
ENFERMEDADES AUTOINMUNES
Clínicamente las enfermedades autoinmunes se clasifican en dos grandes tipos: órgano-
específicas y no órgano-específicas o sistémicas. En las enfermedades órgano-específicas,
la alteración funcional del tejido o células se localiza donde reside el autoantígeno mientras
que en las enfermedades autoinmunes sistémicas o no órgano-específicas, el complejo
autoantígeno- autoanticuerpo se encuentra en circulación y con posibilidad de depositarse en
otros órganos o tejidos, o bien el autoantígeno tiene una localización generalizada (tabla 3).
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