Page 70 - ALERGIAS BÁSICAS
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La unión de un péptido a la hendidura de una molécula del CMH carece de la especificad de
la unión antígeno-anticuerpo. Una molécula dada del CMH puede unirse selectivamente a
una variedad de péptidos diferentes, pero con estructuras similares.
Como otras proteínas, las moléculas del CMH se sintetizan en polisomas asociados al
Retículo Endoplásmico Rugoso (RER). Las de clase I se unen a los péptidos antigénicos en
el RER mientras que las de clase II no.
PROCESAMIENTO Y PRESENTACIÓN DE AGS INTRACELULARES EN CMH DE CLASE I
La mayoría de los antígenos que se procesan por esta vía, son proteínas citosolícas
sintetizados en la célula, por ej. Ags virales o tumorales, sin embargo, excepcionalmente, Ags
extracelulares que son fagocitados pueden escapar de los fagosomas al citosol y seguir esta
ruta de presentación, esto ocurre por ej. con algunas micobacterias.
Estas proteínas citosólicas son degradadas a péptidos en los proteosomas (figura 5). Los
proteosomas son complejos enzimáticos con forma cilíndrica presentes en el citoplasma y en
el núcleo que habitualmente se dedican a destruir proteínas alteradas gracias a su actividad
proteolítica.
Una vez generados los péptidos, para poder unirse al CMH de clase I deben ser trasportados
hasta el retículo endoplásmico (RE), que es donde se sintetizan las moléculas de clase I y
gracias a chaperonas (calnexina y calreticulina) se pliegan adecuadamente y se ensamblan
la cadena α con la β2 microglobulina. Ese trasporte de los péptidos lo realiza una proteína
dimérica llamada TAP (Trasportador Asociado con el Procesamiento antigénico) que está
anclada en la membrana del RE y traslada los péptidos desde el citosol al interior del RE. En
el RE, TAP se asocia a otra proteína, tapasina, que se une a las moléculas de clase I recién
sintetizadas que aún no contienen péptido. Gracias a la unión TAP-tapasina-CMH, los
péptidos se sitúan muy próximos a las moléculas de clase I y pueden acoplarse en la
hendidura de unión al péptido.
Al acoplarse el péptido a las moléculas de clase I, estas pierden su afinidad por la tapasina y
el complejo péptido-CMH se suelta del RE, pasa al aparato de Golgi y es trasportado por
vesículas exocíticas hasta la membrana celular. En el caso de que a una molécula de clase I
no se le una ningún péptido, acabará degradándose, ya que como se comentó anteriormente,
para que las moléculas del CMH sean estables y puedan aparecer en la superficie celular
necesitan tener unido un péptido que las estabilice.
Una vez en la superficie de la célula el complejo péptido-CMH de clase I, puede ser
reconocido por los linfocitos T CD8+ específicos de ese péptido y la molécula CD8 actuará
como correceptor uniéndose a la región no polimórfica del CMH de clase I.
La importancia de esta ruta queda de manifiesto por el hecho de que uno de los principales
mecanismos de evasión del sistema inmune que utilizan los virus, es precisamente interferir
en esta vía de procesamiento y presentación de Ag.
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