Page 401 - ALERGIAS BÁSICAS
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eficacia y seguridad. El ensayo clínico de un fármaco es una prueba científica aceptada por
               el enfermo y amparada por la ley. Los sujetos (pacientes, en la mayoría de los casos) son
               asignados de forma aleatoria (al azar) a las distintas intervenciones que se comparan. El
               elemento esencial del ensayo es la existencia de un grupo de comparación o grupo control,
               que permite probar si la nueva intervención (por ejemplo, un nuevo fármaco) es mejor o no
               que las ya existentes o que no intervenir (placebo). El tipo de ensayo clínico más usado es el
               “doble ciego” es decir ni el sujeto (paciente) ni el observador (investigador) conocen a qué
               grupo (activo o control) pertenece el sujeto que participa en aquél.

               Los avances médicos en la medicina convencional se basan en experimentos controlados
               con animales de laboratorio y en pacientes que voluntariamente autorizan su empleo bajo
               estrictas condiciones éticas y científicas, reguladas por una legislación muy desarrollada. En
               España la Ley 29/2006, de 26 de julio, de garantías y uso racional de los medicamentos y
               productos sanitarios regula, en el ámbito de las competencias que corresponden al Estado,
               los medicamentos de uso humano y productos sanitarios. El Real Decreto 223/2004, de 6 de
               febrero, regula a su vez los ensayos clínicos con medicamentos y la Ley 14/2007, de 3 de
               julio, (BOE 7 de julio de 2007) regula la investigación biomédica en España.

               Antes  de  su  posible  aprobación  para  el  tratamiento  de  determinadas  enfermedades,  un
               fármaco debe ser probado en seres humanos, a través de una metodología que distingue tres
               fases, considerando el estudio y seguimiento de un fármaco después de su comercialización
               como una cuarta fase (figura 2).

               El Instituto Nacional de Salud de Estados Unidos (National Institutes of Health – NIH) y el
               Centro  Nacional  de  Medicina  Complementaria  y  Alternativa  de  Estados  Unidos  (National
               Center  for  Complementary  and  Alternative  Medicine  –  NCCAM)  apoyan  actualmente  la
               investigación clínica y básica de la MCA. Recientemente, la FDA ha proporcionado guías para
               la investigación de los productos farmacéuticos botánicos, incluyendo fórmulas complejas con
               varias plantas, concentrándose en la eficacia, seguridad y coherencia de estos productos.

               Por lo tanto, los productos de la Medicina tradicional China (MTC) empleados actualmente
               como suplementos dietéticos para el asma y la alergia pueden ser investigados como nuevos
               fármacos botánicos.

               No obstante, la utilización de la MCA continúa siendo un recurso utilizado para cubrir una
               necesidad, a pesar de que sólo una minoría de artículos utiliza métodos de suficiente rigor
               para compararlos a las terapias convencionales.




               TRATAMIENTOS                  CONVENCIONALES                   Y/O          MEDICINAS
               COMPLEMENTARIAS  Y  ALTERNATIVAS  EN  LAS  ENFERMEDADES

               ALÉRGICAS

               En las últimas décadas, el número de personas con enfermedades alérgicas como asma,
               rinitis, dermatitis atópica y alergia a los alimentos, ha aumentado de forma muy notable en
               los  países  industrializados.  En  ocasiones,  el  tratamiento  convencional  actual  para  las
               enfermedades alérgicas no es del todo satisfactorio, ya que es efectivo para el manejo de los



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