Page 397 - ALERGIAS BÁSICAS
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del broncodilatador mediante nebulización, de forma intermitente (2,5-5 mg disuelto en 3 ml
de suero salino al 0,9% cada 20 minutos) o continua (10-15 mg/hora). La administración del
inhalador con cámara tiene una eficacia similar a la de la nebulización, pero se asocia con
menor tiempo de estancia en urgencias y por tanto, con un menor coste. Sin embargo, la
evidencia disponible a favor del inhalador con cámara frente al nebulizador es menor en el
asma grave y en asma casi moral.
La administración IV o SC de salbutamol no debe utilizarse en la agudizaciones de asma,
salvo en los pacientes más graves, ventilados o que no responden al tratamiento por vía
inhalada. No se ha demostrado una eficacia superior de estas vías alternativas y sí en cambio,
una mayor frecuencia de efectos secundarios.
En las agudizaciones moderadas y graves (FEV1<30%) se aconseja añadir bromuro de
ipratropio, también con cámara inhaladora.
Los pacientes en los que el tratamiento intensivo con agonistas β2 fracasa, quizá debido a
una alteración genéticamente determinada del receptor beta-adrenérgico, podrían responder
a adrenalina inhalada. La adrenalina por vía IM no debe utilizarse en el tratamiento del asma.
Tampoco se debe emplear aminofilina añadida al tratamiento con agonistas β2, ya que
además de no aumentar la broncodilatación, se asocia con elevada frecuencia de efectos
adversos (vómitos y arritmias).
CORTICOSTEROIDES
La administración temprana (en la primera hora) de corticoides sistémicos es el tercer pilar
del tratamiento en las agudizaciones de asma. Los corticoides aceleran la recuperación,
evitan las recaídas posteriores y reducen la necesidad de agonistas β2 inhalados, por lo que
deben administrarse siempre, excepto en las más crisis más leves. Son especialmente
necesarios en caso de mala respuesta a la terapia inicial con agonistas β2, en los pacientes
que reciben tratamiento de mantenimiento con corticoides orales y en los que han precisado
corticoides en agudizaciones previas.
La administración oral es de elección frente a la IV o la IM, por su similar eficacia, mayor
rapidez y menores invasividad y coste. Debe emplearse la vía intravenosa cuando la disnea
es demasiado intensa para deglutir, en caso de vómitos, o si es necesario la ventilación no
invasiva o la intubación. La vía intramuscular vía podría usarse antes del alta en los casos en
los que existan dudas acerca del cumplimiento del tratamiento oral.
En la mayoría de los casos son suficientes 40-60 mg de metilprednisolona como dosis única
matinal o 200 mg de hidrocortisona en tomas fraccionadas, aunque en los pacientes que
necesitan hospitalización la dosis necesaria puede ser mayor. La duración del tratamiento
debe ser de 5-7 días, sin necesidad de realizar una retirada gradual en los pacientes tratados
con corticoides inhalados.
Con respecto al papel de los corticoides inhalados en el tratamiento de las agudizaciones de
asma, se ha comprobado que su administración a dosis elevadas en la primera hora, reduce
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