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Antihistamínicos (después de la resucitación inicial)

               Los  antihistamínicos  constituyen  la  segunda  línea  de  tratamiento  de  una  reacción
               anafiláctica. Aunque son escasos los datos que demuestren su eficacia en la anafilaxia, son
               lógicas las razones para su utilización. Los antihistamínicos (anti-H1) pueden contribuir a
               tratar  algunas  acciones  de  la  histamina  en  la  reacción  anafiláctica.  No  son  eficaces  en
               aquellas reacciones debidas a otro tipo de mediadores, pero se trata de un grupo de fármacos
               de un buen perfil de seguridad. Su utilización aislada, es insuficiente como tratamiento
               aislado en una anafilaxia.

               Esteroides (después de la resucitación inicial)


               Los corticoesteroides pueden ser útiles para prevenir o acortar reacciones prolongadas. En
               el caso de asma asociada, el tratamiento precoz con corticoesteroides es beneficioso tanto
               en adultos como en niños. No hay evidencia sobre la dosis óptima de hidrocortisona para
               tratamiento de anafilaxia. La utilización de glucocorticoides tiene una base empírica en el
               sentido de que pudieran prevenir la aparición de reacciones bifásicas, que podrían darse
               hasta en el 20% de los individuos, si bien no hay evidencias satisfactorias en publicaciones
               al respecto.


               La hidrocortisona tiene el comienzo de acción más rápido que otros corticoides. La inyección
               de hidrocortisona debe realizarse lentamente, tanto por vía intravenosa como intramuscular,
               previendo evitar una posible hipotensión posterior inducida.

               La dosis de hidrocortisona (IM o IV lenta) para adultos o niños, depende de la edad:

                   ●  >12 años y adultos: 200 mg
                   ●  <12 años: 10-15 mg/kg/dosis

               El glucocorticoide más habitualmente utilizado en nuestro país es la 6-metilpredinosolona. La
               dosis habitualmente utilizada por vía endovenosa, es de 60–100 mg (ampollas de 20 o de 40
               mg. a disolver en 2 ml de solución), correspondiente a 1–2 mg/kg seguidos de 1–2 mg/kg en
               24 horas distribuidos en 3 o 4 dosis/día, si bien en casos extremos pueden utilizarse hasta
               250-500 mg (ampollas de 250 mg a disolver en 5 ml de solución). En el caso de instaurar un
               tratamiento de mantenimiento, la dosis sería de 1–2 mg/kg/día, durante un periodo de 4 días,
               sin que sea necesario hacer una pauta descendente.


               En niños, la dosis aconsejada es de 1-2 mg/kg/dosis, seguidos de 1-2 mg/kg en 24 horas,
               distribuidos en 3 ó 4 dosis/día.





               ALTA DE URGENCIAS Y SEGUIMIENTO

               Aquellos pacientes con alta sospecha de reacción anafiláctica deben ser observados durante
               al menos 6 horas tras la resolución de la reacción, debiendo ser más prolongado en aquellos
               pacientes  con  síntomas  refractarios,  reacciones  graves  o  afectación  de  la  vía  aérea,
               especialmente en las siguientes situaciones:





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