Page 328 - ALERGIAS BÁSICAS
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utilizar de manera crónica, salvo en casos concretos. Un esquema recomendado es empezar
con 0,5 mg/kg/día de prednisona durante 1 a 2 semanas, seguido de una reducción
progresiva hasta alcanzar una dosis de mantenimiento de 10 mg/día a las 4-6 semanas y
valorar suspensión.
ENFERMEDADES EOSINOFÍLICAS
CONCEPTO, ETIOLOGÍA Y CLASIFICACIÓN
Las eosinofilias pulmonares son un grupo de enfermedades que se caracterizan por una
infiltración del parénquima pulmonar por eosinófilos, que pueden acompañarse o no de una
eosinofilia en sangre periférica. El eosinófilo es una célula eminentemente tisular (100-200
tejido/1 sangre), que se activa por la IL-5 y la eotaxina. En 1952 Reeder y Goodrich
englobaron estos diferentes procesos bajo el término “síndrome de infiltrados pulmonares con
eosinofilia (IPE)”. Entre las causas de IPE se incluyen parásitos (p. ej., nematelmintos, larvas
de Toxocara, filarias), fármacos (penicilina, ácido aminosalicílico, hidralazina,…),
sensibilizadores químicos (p. ej., carbonilo de níquel inhalado en forma de vapor) y hongos
(p. ej., Aspergilus fumigatus, que produce aspergilosis broncopulmonar alérgica. La mayor
parte de las neumonías eosinofílicas, sin embargo, son de etiología desconocida, aunque se
sospecha un mecanismo de hipersensibilidad. La eosinofilia sugiere un mecanismo de
hipersensibilidad de tipo I, mientras que otras características del síndrome (vasculitis,
infiltración por células redondas) sugieren reacciones de tipo III y posiblemente de tipo IV. La
vía de entrada al pulmón del agente causal determina una respuesta patológica diferente,
bien broncocéntrica (vía inhalatoria, como en las esporas de hongos) o angiocéntrica (vía
circulatoria, como en los fármacos y parásitos).
En la actualidad no hay acuerdo unánime sobre la clasificación de estos trastornos, siendo
una de las clasificaciones más aceptadas la que se muestra en la tabla 3.
Deben estar presentes los 2 criterios siguientes para el diagnóstico de una eosinofilia
pulmonar: a) existencia de infiltrados radiográficos pulmonares de tipo alveolar, constituidos
predominantemente por eosinófilos; y b) existencia de una eosinofilia periférica superior a
1000 eosinófilos/mm3 (se estima como normal hasta 400 eosinófilos/mm3). En los casos que
no presentan eosinofilia periférica es necesario constatar histológicamente la infiltración del
parénquima pulmonar (bien en esputo, lavado broncoalveolar o biopsia pulmonar).
La neumonía eosinofíla crónica puede ser la eosinofilia pulmonar más frecuentemente
diagnosticada en España. Es más frecuente en mujeres (2:1), con un pico de incidencia en la
quinta década de la vida. Se precede de asma en 2/3 de los pacientes y la mitad tienen
antecedentes de atopia. Su etiopatogenia es desconocida. La clínica es inespecífica y suele
preceder varios meses al diagnóstico (tos seca, disnea, fiebre, sudoración nocturna, malestar
general, disnea y pérdida de peso). En la analítica destaca la presencia de eosinofilia (> 6%
en el 90% de los pacientes), con elevación de la VSG (> 60 mm/hora) y la IgE sérica total. En
la radiografía de tórax se observan infiltrados pulmonares bilaterales y periféricos, que en una
cuarta parte de los casos adoptan un “patrón en alas de mariposa invertido o de imagen en
negativo del edema agudo de pulmón). La TACAR torácica también permite comprobar la
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