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Tratamiento de exacerbaciones de asma
Episodios caracterizados por un aumento progresivo de los síntomas con empeoramiento de
la función pulmonar (PEF o FEV1) que requiere un cambio de tratamiento. Estas mediciones
son mas fiables que el aumento de frecuencia de síntomas tales como tos, disnea.
Pueden ocurrir en pacientes ya diagnosticados o como forma de presentación del asma.
Generalmente se deben a agentes externos: infecciones por virus, alérgenos, polución y/ó
pobre adherencia al tratamiento aunque en otras ocasiones no se encuentran factores de
riesgo, pudiendo ocurrir incluso en pacientes con asma bien controlada.
El manejo de las exacerbaciones abarca desde el manejo por el propio paciente, que debería
disponer de un plan de acción, hasta un manejo de síntomas más severos en los servicios de
atención primaria o servicio de urgencias hospitalario.
El plan de acción que el paciente debe tener por escrito, incluye instrucciones acerca de
cambios en el tratamiento habitual así como el inicio de tratamiento con corticoides orales e
indicaciones de cuándo debe acudir a un servicio médico en función de la afectación de su
vida diaria o se objetiven descensos del PEF > 20% al menos 2 días consecutivos. En primer
lugar la utilización de fármacos broncodilatadores; el aumento en la dosis de ICS hasta 4
veces cuando se objetiva un descenso en los valores del PEF ha demostrado ser tan eficaz
como el uso de corticoides orales si se hace de forma precoz. También la asociación de ICS
con LABA de inicio rápido (Formoterol) en un mismo inhalador es efectiva. El uso de
corticoides orales estaría indicado en descensos del PEF < 60% o en aquellos casos que no
respondan a las otras medidas en 48 h.
La anamnesis, el examen físico y otras técnicas objetivas como pulsioximetría o PEF serán
de ayuda para el rápido inicio de tratamiento cuyo objetivo básico será remontar lo antes
posible la obstrucción e hipoxemia mediante la administración de SABA de forma repetida (4-
10 puff cada 20 minutos durante la primera hora, siempre que sea posible administrados con
cámara espaciadora o mediante nebulizaciones). En caso de ausencia de respuesta otras
medidas a adoptar sería la administración de oxígeno, corticoides sistémicos, adrenalina en
caso de anafilaxia, bromuro de ipratropio, teofilinas, sulfato de magnesio.
En aquellos casos que hayan requerido hospitalización, el seguimiento a corto plazo es
necesario (2-7 días) para corroborar una buena evolución tanto clínica como de los
parámetros de función pulmonar.
Entre los factores que aumentan el riesgo de exacerbaciones:
● Episodio reciente que requirió intubación y ventilación mecánica.
● Ingreso o visita a urgencias en el último año.
● Uso frecuente de ciclos de esteroides orales o supresión reciente.
● Uso excesivo de broncodilatadores de acción corta (> 1 envase/ mes).
● Historia de patología psiquiátrica o problemas psicológicos.
● Mala adherencia al tratamiento o falta de conocimiento de plan de acción.
● Alergia alimentaria.
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