Page 145 - ALERGIAS BÁSICAS
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La vía más adecuada de administración es la intramuscular a la concentración de 1/1000. Las
dosis en adultos son 0,3-0,5 mg, que puede repetirse, cada 5-10 minutos en función de la
gravedad y tolerancia del paciente. Las dosis en niños son 0,01 mg/kg (máximo 0,3 mg/dosis)
cada 5-10 minutos en función de la gravedad y tolerancia del paciente. El mejor sitio de
administración es la cara anterolateral del muslo.
La vía intravenosa sólo debe ser aplicada por personal médico experimentado, en medio
hospitalario y con estrecha monitorización cardíaca. Esta vía presenta mayor riesgo de
efectos adversos graves. Únicamente está indicada en pacientes que no responden a la
inyección intramuscular repetida de adrenalina y reposición de volumen, individuos con
hipotensión grave refractaria y/o síntomas de shock. Para su administración debe
conseguirse una dilución 1/100.000 (diluyendo 1 ampolla de adrenalina 1/1000 en 100 ml de
suero).
No existen contraindicaciones absolutas en el uso de adrenalina. Existe un mayor riesgo de
reacciones adversas en ancianos, pacientes con patologías asociadas (cardiopatía
isquémica, arteriopatía periférica, HTA, hipertiroidismo, cirugía intracraneal reciente o
aneurisma aórtico), pacientes con tratamientos especiales (IMAO, antidepresivos tricíclicos,
betabloqueantes, aminofilina, salbutamol IV, fáramacos vasoconstrictores o arritmogénicos)
o intoxicación por cocaína o anfetaminas.
Existen autoinyectores de adrenalina que deben ser llevados por los pacientes con riesgo de
presentar reacciones de anafilaxia (Adreject y Jext).
Hay disponibles dos dosificaciones de 0,15 (para niños de 10 a 25 kg) y 0,30 (para niños de
más de 25 kg y adultos). Siempre que sea posible, es conveniente disponer de 2
autoinyectores para poder repetir la dosis en caso de necesidad.
TEOFILINA
Durante varias décadas pasadas la teofilina se consideraba el fármaco oral de primera
elección en el tratamiento del asma bronquial.
Su estrecho margen terapéutico, entre 10 y 20 ug/ml, que precisa ser monitorizado en sangre
y sus posibles efectos secundarios, le han relegado a un segundo plano.
Se dispone en la actualidad de fármacos más eficaces y seguros para conseguir controlar el
asma bronquial.
Los efectos secundarios incluyen manifestaciones digestivas, neurológicas y
cardiovasculares.
Destacan: náuseas, reflujo gastroesofágico, insomnio, cefalea, irritabilidad, taquicardia e
incluso convulsiones y alteraciones cardíacas graves (arritmias).
Es interesante resaltar que existen diferentes presentaciones orales y también puede
administrase vía intravenosa (aminofilina) en determinadas crisis de asma en urgencias.
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