Page 131 - ALERGIAS BÁSICAS
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En el caso de la alergia respiratoria se pueden llevar a cabo varias normas de
“desalergenización ambiental”, encaminadas a disminuir la cantidad de alérgeno ambiental
que provoca los síntomas al paciente.
En el caso de la alergia alimentaria, hay que tener presente posibles situaciones que podrían
actuar como co-factores a la hora de desencadenar una reacción: AINES, ejercicio físico,
alcohol, etc.
PREVENCIÓN TERCIARIA (EVITAR LA CRONIFICACIÓN DE LA ENFERMEDAD,
TRATAMIENTO PRECOZ)
Tiene como objetivo la supresión de los síntomas alérgicos y principalmente evitar las
consecuencias.
En la alergia respiratoria el objetivo es evitar la inflamación crónica, como ocurre en el asma
moderada-grave persistente. La liberación de mediadores de la inflamación principalmente
proteínas de los gránulos de los eosinofilos, leucotrienos y citocinas ocasionan una
remodelación de las vías aéreas.
En este nivel de prevención, las claves se encuentran en el diagnóstico y tratamiento lo más
temprano posible con tratamientos antiinflamatorios y el control y tratamiento de la
enfermedad a largo plazo con inmunoterapia específica (con alimentos, sublingual,
subcutánea).
La inmunoterapia con alérgenos consiste en la administración de dosis progresivamente
crecientes del alérgeno conocido como responsable, con el fin de alcanzar la suficiente
cantidad capaz de ejercer protección y evitar la aparición de síntomas tras la exposición al
alérgeno. Es la única forma de redirigir la evolución natural de la enfermedad. Además de
disminuir la sensibilización a nuevos alérgenos en pacientes monosensibles, parece evitar la
progresión de la enfermedad alérgica.
En los casos de alergia severa, anafilaxia, los pacientes deben ser instruidos en el uso de
medicación de emergencia y el uso del autoinyector de adrenalina, que administrado de forma
precoz puede prevenir consecuencias fatales.
MEDIDAS EDUCATIVAS EN ALERGIA
Las enfermedades alérgicas son patologías crónicas de gravedad muy variable que provocan
manifestaciones a diferentes niveles: respiratorias, cutáneas, digestivas o multiorgánicas.
Generalmente los afectados son sanos y presentan síntomas por el contacto con el alérgeno
al que son sensibles. El control de los síntomas precisa tratamientos a largo plazo y la
modificación de los hábitos de vida. El paciente y su entorno, deben estar instruidos acerca
de la enfermedad, evitación de desencadenantes y de actuación en casos de emergencia.
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