Page 35 - ALERGIAS BÁSICAS
P. 35

Deficiencia de CD8

               Esta deficiencia impide la expresión de moléculas CD8 en linfocitos T maduros, observándose
               linfocitos T circulantes CD4-CD8-. Tiene una transmisión por herencia autosómica recesiva.
               Estos niños suelen tener infecciones respiratorias y otitis.



               Deficiencia de ZAP-70

               Esta deficiencia afecta al desarrollo de linfocitos T desde su etapa tímica. Se caracteriza por
               bajos niveles de linfocitos CD8, baja respuesta proliferativa a mitógenos y variable producción
               de inmunoglobulinas. Suele asociarse a fenómenos autoinmunes.



               Deficiencia de MHC-I

               Esta  deficiencia  está  originada  por  mutaciones  en  los  genes  TAP.  La  baja  expresión  de
               moléculas  MHC-I,  dificulta  la  presentación  de  antígenos  virales  o  de  proteínas  propias
               alteradas. Su transmisión es por herencia autosómica recesiva.

               Responden mal a vacunas polisacáridas. El número absoluto de linfocitos es normal, con
               alteraciones en el cociente CD4/CD8 a expensas de aumentos variables de linfocitos CD8+.
               Se pueden observar aumentos de linfocitos TγδCD8+.




               Deficiencia de MHC-II
               Es poco frecuente y de causa heterogénea. Estos pacientes son susceptibles a infecciones
               de las vías respiratorias altas y urinarias. Presentan deficiencias variables de los isotipos de
               inmunoglobulinas. La respuesta a las vacunas es muy baja y se observa una disminución de
               linfocitos  T  CD4+.  La  respuesta  cutánea  de  hipersensibilidad  retardada  es  negativa.  Los
               linfocitos T proliferan con mitógenos pero no con antígenos específicos. Los linfocitos no
               responden en el cultivo mixto linfocitario.



               INMUNODEFICIENCIAS PREDOMINANTES DE ANTICUERPOS


               Es el grupo más frecuente de IDP, variando desde deficiencias de una clase o subclase de
               inmunoglobulina hasta la ausencia de toda clase de anticuerpos. Se presenta a partir de los
               4-6 meses de edad, al perder el niño la protección de los anticuerpos maternos.


               El diagnóstico temprano permite tratamientos que evitan las alteraciones del crecimiento y la
               presencia de lesiones crónicas en órganos. Los microorganismos más frecuentes que afectan
               a estos niños son las bacterias piógenas, los enterovirus y algunos protozoos, presentando
               bronquitis, neumonías, otitis, sinusitis, y enterocolitis de repetición (tabla 2).






                                                                                                       31
   30   31   32   33   34   35   36   37   38   39   40