Page 194 - ALERGIAS BÁSICAS
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(leucotrienos y prostaglandinas), así como una serie de citoquinas y factores quimiotácticos
que mantienen y amplifican la inflamación.
La CAE es la forma más frecuente de todas la enfermedades oculares alérgicas y está
desencadenada, fundamentalmente, por la exposición a los pólenes. Los síntomas suelen
presentarse sobre todo en primavera, aunque depende del polen responsable y de su fecha
de polinización. La CAP es otra forma de conjuntivitis alérgica, que suele estar
desencadenada por la exposición a ácaros, hongos, epitelio de animales y/o alérgenos
ocupacionales. Los pacientes pueden presentar síntomas a lo largo de todo el año, aunque
con exacerbaciones.
La conjuntivitis alérgica se asocia con mucha frecuencia a otras enfermedades atópicas,
sobre todo a rinitis, por ello el término “rinoconjuntivitis”, a veces se utiliza para designar, sin
distinción, a ambas entidades.
El diagnóstico se establece mediante:
● Historia clínica detallada, con información sobre antecedentes personales y familiares
relacionados con atopia, presencia de otras enfermedades sistémicas, descripción de
factores
sociales (vivienda, trabajo, viajes, aficiones…).
● Síntomas: la afectación suele ser bilateral y los pacientes presentan prurito (síntoma
principal), junto con lagrimeo y quemazón. En los casos más severos pueden referir
fotofobia
y visión borrosa.
● Signos clínicos: la exploración ocular puede realizarse con ayuda de un foco de luz,
aunque es más precisa la exploración con lámpara de hendidura, y se observa
hiperemia conjuntival de intensidad leve o moderada, con una superficie conjuntival
edematosa. La conjuntiva palpebral presenta una coloración rosa pálido, un exudado
predominantemente acuoso, aunque a veces blanquecino y, en algunos casos, áreas
difusas de papilas ligeramente hipertróficas, localizadas predominantemente en la
conjuntiva tarsal superior. La córnea raramente se afecta.
● Pruebas cutáneas: se pueden realizar con distintos alérgenos (ácaros, pólenes,
epitelio de animales, hongos, látex, cucaracha…) según la exposición y la historia
clínica del paciente.
● Determinación de IgE específica en suero, cuando existe una discordancia entre los
resultados de las pruebas cutáneas y la historia clínica, o para cuantificar el alérgeno
nativo o sus componentes antigénicos.
● Provocación conjuntival: se realiza para evaluar la respuesta específica conjuntival de
un alérgeno, en pacientes con historia compatible de alergia ocular y pruebas
cutáneas y/o IgE específicas negativas. También es útil para monitorizar la eficacia
de fármacos anti-alérgicos.
o de la inmunoterapia específica. La técnica es sencilla, pero se necesita disponer de
extractos alergénicos adecuados y de un equipo sanitario adiestrado para solventar
cualquier situación de emergencia (broncoespasmo, anafilaxia, urticaria…) que,
aunque raro, puede aparecer.
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