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                                                           exposición junto a la audiencia y va explicando la historia a la vez
                                                           que escucha de primera mano las impresiones que la gente tiene
                                                           de sus cuadros. Tanto en la exposición como en el libro, el visitan-
                                                           te camina desde la formación de las galaxias, espirales de color
                                                           y salpicaduras de polvo estelar, hacia la violenta formación de la
         3                                                 corteza terrestre. De la soledad de la Tierra, ese punto azul pálido
                                                           suspendido en el vacío, hasta la formación de los primeros orga-
                                                           nismos con núcleo y mayor complejidad celular, cuyas estructuras
                                                           vesiculares y membranas quedan representadas por la caída de
                                                           gotas de pintura. “Los cuadros se pueden juzgar como se juzga el
                                                           arte, lo que te llama la atención o lo que no”, dice. Por eso pensó
                                                           en editar un libro donde él mismo cuenta la historia de la evolución
                                                           del Universo. “En el libro, te digo lo que yo pienso también. De la
                                                           confrontación de lo que tú piensas y lo que yo quiero contarte, es
                                                           de lo que vas a aprender. Ahí está lo divertido”, dice y sonríe.
                                                           El método
                                                           Luis Miguel Gutiérrez no usa pinceles, salvo de vez en cuando para
                                                           mantener las manos de pintor. Pone el lienzo en la mesa o en el
                                                           suelo y mezcla pintura y barnices en tubos de ensayo para construir
                                                           una historia. Utiliza pigmentos acrílicos y oleosos a los que incorpo-
                                                           ra un gel que les permita no diluirse cuando se mezclan con otros
                                                           colores. La pintura cae, se mezcla, se repele, forma estructuras. En
                                                           la obra “Expansión”, las estrellas son gotas de pintura blanca. Pue-
                                                           de que no exista mejor metáfora para el espectador que represen-
                                                           tar las galaxias como una salpicadura accidental de la materia. Con
                                                           esta técnica, mitad azarosa y mitad resultado de la mecánica de
                                                           fluidos, obtiene texturas y composiciones que recuerdan a galaxias,
                                                           a imágenes de satélite de las barreras de coral australianas y a la
                                                           estructura interior de las células. “Nunca pinto con nada delante”,
         4                                                 explica el profesor de la UMH. Aunque empezó pintando cuadros
                                                           figurativos, con los años le ha seducido la abstracción: “Crear de
                                                           dentro hacia fuera utilizando mi imaginario”, declara. “A la pintu-
                                                           ra no la puedes obligar”, dice Gutiérrez, quien define su proceso
                                                           como un diálogo con el lienzo, aunque algunos cuadros sí han sido
        1. Médula espinal embrionaria de ratón con distitnos tipos neuronales   dirigidos para completar la historia. Por ejemplo, el hecho de elegir
        marcados con fluorescencia. Autor: Augusto Escalante, del laboratorio   colores cálidos (amarillos, naranjas) para representar el planeta
        de Eloísa Herrera en el Instituto de Neurociencias UMH CSIC.
                                                           Tierra en formación y colores fríos (azules) para el planeta enfriado.
        2. Retina embrionaria de ratón con distintos tipos neuronales marcados
        con fluorescencia. Autora: Marta Fernández-Nogales del laboratorio de   El macrocosmos
        Eloísa Herrera en el Instituto de Neurociencias UMH CSIC
                                                           Este viaje pictórico por la Gran Historia comienza hace 13.800 mi-
        3. La galaxia de Andrómeda (M31) que sigue un rumbo de colisión   llones de años. Una de las ventajas de la expresión artística es que
        con nuestra Via Láctea, en una astrofotografía de Luis Miguel Gutiérrez.  puede plasmar algo que la imaginación no abarca, las palabras no
                                                           comunican o la ciencia todavía no entiende del todo. Es el caso
        4. EXPANSIÓN. Sobre un fondo de materia densa y opaca se dibujan
        las formas caprichosas de las galaxias en su viaje perpetio de ensancha-  de la materia y la antimateria, las consecuencias naturales de la
        miento de los límites del universo. Técnica mixta, 38x46 cm.  creación del universo. “El universo podría ser mucho más raro de
                                                           lo que creemos”, advierte Gutiérrez y añade: “Si hubiera ganado

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