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la batalla la antimateria, no podemos ni imaginar cómo hubiera
sido”. En su libro, el investigador acompaña las recreaciones de
la evolución de la materia en el espacio con imágenes reales de
estrellas lejanas. Junto a Andrómeda, muestra las formas ca-
prichosas de las galaxias en perpetua expansión. Un artista se
puede dar la oportunidad de retratar algo que nadie será capaz
de pintar del natural: la destrucción de nuestro planeta. En uno
de los cuadros, “Muerte de un Mundo Singular”, se observa a
la Tierra, triste y gris, a punto de ser engullida por el Sol, ahora
transformado en enana roja. Para Luis Miguel Gutiérrez, conocer
la historia de la materia ayuda a poner las cosas en perspectiva,
a relativizar: “Somos muy pequeños, insignificantes. No tene-
mos que pelear entre nosotros por nada sino conservar lo que
tenemos. No debemos soñar con que la tecnología nos va a
salvar. Las distancias son insalvables para el tiempo que nos
queda”.
El microcosmos
Aunque su aproximación artística al estudio de las estructuras
celulares se salga de la tangente, se trata de una perspectiva
novedosa que ha influido en su visión de la biología. “Pintar
estos cuadros ha cambiado mi forma de pensar”, confiesa el
investigador. “El imitar lo natural con las pinturas me lleva a
pensar que la estructura biológica se sostiene por propiedades
físico-químicas y no por energía”. Aunque de momento no pue-
de aplicar a su teoría los controles propios de la ciencia, Luis
Miguel Gutiérrez está convencido de que las propiedades físi-
co-químicas de gases y líquidos generan las formas dominantes
en toda la naturaleza: “El universo son gases, hasta una cosa
sólida puedes considerarla como el estado extremo de un gas, BLUE BRAIN. Un cerebro en construcción esconde fantasiosos
si quieres”. Así, el profesor de la UMH se explica cómo la ma- paisajes glaciares. Técnica mixta, 81x65 cm.
teria dentro de las células es tan parecida a las galaxias en
expansión. “De lo más pequeño a lo más grande hay similitudes
en forma y color”, dice. Como en el caso de la nebulosa del
Velo, que se parece a la red vascular y glial de la retina de un El cerebro
ratón. Y concluye: “Todo es lo mismo: materia, más o menos co- El pasaje final de esta colección presenta el cerebro como una
hesionada”. El neurocientífico ha incorporado un nuevo formato “catedral biológica”; un culmen de la evolución que tiene “el
a sus comunicaciones en congresos internacionales. Además tamaño de un coco, la textura de la mantequilla fría y el aspecto
de presentar los resultados más recientes de su laboratorio al de una nuez arrugada”. Según se explica en el libro, el cerebro
estilo tradicional, con pósteres y confe- del Sapiens contiene todo lo necesario
rencias, ha realizado performances artís- para sobrevivir: un núcleo central -el ce-
ticas. “En el congreso internacional de “Imitar lo natural rebro reptiliano- que regula el estado de
la célula cromafín, en Inglaterra, mezclé alerta, la respiración y el corazón entre
los fluidos y pinté en directo mientras un con las pinturas otros procesos básicos; la corteza y el
premio Nobel daba su charla”, relata. me lleva a pensar sistema límbico, que refuerzan el apren-
dizaje y la memoria y el neocórtex, el últi-
En el laboratorio de Luis Miguel Gutiérrez mo en aparecer, que permite desarrollar
observan el comportamiento de la acti- que la estructura un lenguaje, analizar el entorno, resolver
na y la miosina; proteínas fibrosas que problemas y finalmente imaginar. Ima-
intervienen, entre otras funciones, en la biológica se sos- ginar incluso que el ser humano es un
contracción de los músculos, en la divi- ente que existe en un tiempo y un lugar.
sión celular y el transporte de vesículas. tiene por “Desde un punto de vista científico, el ce-
“En una célula todo es muy fluido”, por rebro es lo más complejo que se puede
lo que el investigador se pregunta cómo propiedades encontrar”, opina Gutiérrez y matiza: “Al
representar fluidos en esquemas para fin y al cabo, es la estructura que dota de
explicar el funcionamiento de una célula. físico-químicas autoconsciencia al Universo”.
En su opinión, sus cuadros, que reflejan
las fases fluidas de la célula, represen- y no por energía” Como decía Carl Sagan: “El cosmos se
tan mucho mejor el funcionamiento celu- encuentra dentro de nosotros. Estamos
lar que los esquemas científicos. “Para ------------------------------------ hechos de la materia de las estrellas.
mí, el movimiento de las vesículas tiene Somos la vía que tiene el universo para
que ver con eso, con cosas viscosas que “El universo po- comprenderse a sí mismo”. ¿Es esta
empujan, no con palancas que se mue- una visión antropocentrista? “Creo que
ven”. Así, se le ocurrió que tenía que dría ser mucho no”, contesta Luis Miguel Gutiérrez, a la
representar la estructura celular de ma- vez que reflexiona: “De hecho, siempre
nera que se reflejara su dinamismo. “No más raro de lo estamos soñando en conocer otra inte-
tengo ni idea de cómo hacer esto en el ligencia y por eso nos sentimos huérfa-
laboratorio”, confiesa, “pero se me ocu- que creemos” nos en el Universo. Es muy probable que
rrió que si imitaba las propiedades de la encontremos otros signos de vida en los
estructura celular con la pintura, podría próximos años, pero, también, es muy
funcionar”. Por eso, en sus cuadros el citosol (líquido intrace- probable que sea un tipo de vida simple, probablemente unice-
lular) es negro, denso pero muy fluido y el citoesqueleto es un lular”. Para él, no tenemos más remedio que valorar aquello que
líquido blanco menos denso, pero más viscoso. Lo fascinante nos permite preguntarnos cosas y admitir que todos los seres
es que esta mezcla es muy parecida a la imagen real que se vivos merecen la misma consideración: “No somos dueños del
obtiene en el microscopio. “Esto no es ciencia, pero representa planeta, nos debemos a todos los seres que habitan esta capa
bien la vida”, afirma. estrecha que es la biosfera”.

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