Page 26 - ALERGIAS BÁSICAS
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linfocitos B. El número de clones será más amplio y diverso cuanto más complejo sea el
antígeno desencadenante. El resultado final de esta respuesta policlonal será la secreción de
una mezcla policlonal de anticuerpos reactivos frente a los distintos determinantes del
antígeno. Algunos de estos anticuerpos podrán unirse también a antígenos relacionados, por
ejemplo a proteínas del ácaro D. farinae, por el hecho de que muestren determinantes
antigénicos similares o idénticos a D. pteronyssinus. Este último fenómeno se denomina
reactividad cruzada y es frecuente en las respuestas inmunitarias.
Las consecuencias para el linfocito B de la interacción del BCR con antígeno dependen
fundamentalmente del estado de madurez y de las señales recibidas de los linfocitos T. Para
una célula B inmadura que aún no ha abandonado la médula ósea, la interacción con antígeno
supone su eliminación –deleción clonal– con la finalidad de eliminar clones autorreactivos
(que reconozcan moléculas normales propias del organismo). Los linfocitos B ya maduros
que interaccionan en periferia con el antígeno y reciben la cooperación de los linfocitos
T podrán proliferar y diferenciarse en células plasmáticas o en linfocitos B de memoria. En
este último caso su BCR puede contener inmunoglobulinas de isotipos distintos de IgM e IgD.
En general, los linfocitos B que interaccionen con antígeno pero no reciban la colaboración
de los linfocitos T sufrirán anergia (quedarán incapacitados para responder). Todo ello tiene
la finalidad de evitar en lo posible la producción de autoanticuerpos (ver capítulo I-6) o de
anticuerpos de manera no regulada. Por otro lado, la intervención de los linfocitos T supone
un seguro adicional y una adaptación para dificultar el escape por la frecuente mutación
antigénica de los microorganismos.
RESPUESTA PRIMARIA Y SECUNDARIA. CAMBIO DE ISOTIPO
Los linfocitos B (LB) vírgenes sintetizan únicamente IgM e IgD. Después de interaccionar con
antígeno y recibir la colaboración de los linfocitos T, dan lugar por una parte a células
plasmáticas secretoras de IgM y por otra a células B que proliferan activamente en los
folículos de ganglios linfáticos y bazo formando centros germinales. Estos linfocitos B sufren
dos cambios genéticos. Por una parte un nuevo reordenamiento que afecta a los segmentos
C. El complejo VDJ se yuxtapone a un C distinto de Cm y Cd, por ejemplo g1 o e, cortándose
y degradándose los segmentos C intermedios. Esto supone perder la capacidad de producir
IgM e IgD y adquirir la de producir en este ejemplo IgG1 o IgE respectivamente, manteniendo
siempre la misma reordenación VDJ inicial. Este proceso recibe el nombre de cambio de
isotipo (switch). Inmunoglobulinas con la misma región variable pero distinto isotipo
reconocerán los mismos determinantes antigénicos pero tendrán distintas propiedades
efectoras y desempeñarán funciones distintas en el sistema inmunitario.
Por otra parte, mientras los LB duplican su ADN y se dividen en los centros germinales tiene
también lugar un proceso de hipermutación aleatoria de los segmentos V que ya habían sido
reordenados. Los mutantes de mayor afinidad por el antígeno serán seleccionados gracias a
que las células foliculares dendríticas de los centros germinales retienen antígeno y lo
muestran a los LB. De esta manera, al proliferar las células de mayor afinidad, las
inmunoglobulinas que se producen tras una nueva exposición a antígeno tendrán mayor
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