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CUADERNO DE VERANO POSTC 2021


        tudios previos llevados a cabo en otros países (Mc-   (86,8%; n = 33) reportó haber explicado los abusos
        Graw et al., 2019), la muestra se compuso, en su ma-  a una edad media de 24,1 años (D.T. = 11,8), general-
        yoría, de víctimas de sexo masculino (25 varones y 13  mente a la madre (36,4%; n = 12), a un amigo o amiga
        mujeres) de entre los 24 y los 67 años (M = 51,1 años;  (36,4%; n = 12), a otro familiar (24,2%; n = 8), a la pareja
        DT = 11,7). Todas ellas respondieron a una encuesta  (24,2%; n = 8), al padre (18,0%; n = 6), pero también a
        creada ad hoc para los objetivos del estudio.         un representante de la Iglesia Católica (18,0%; n = 6)
                                                              o a un profesional (15,2%; n = 5).
           La victimización se inició a una edad postpuberal,
        situada en los 11,8 años (DT = 3,2) de media y finali-   En el 75,8% (n = 25) de los casos, los participan-
        zó a los 14,3 años (DT = 4,6), mostrando la tendencia  tes señalaron que las personas a quienes revelaron
        efebofílica de los victimarios en este contexto (Cim-  el abuso les creyeron, mientras que el 12,1% (n = 4)
        bolic y Cartor, 2006).                                comenta que nadie les creyó, un 9,1% (n = 3) afirma
                                                              que algunos le creyeron y otros no, y un caso (3,0%)
           A su vez, los abusos sexuales pueden considerarse  prefiere no contestar.
        graves, incluyendo conductas crónicas para el 65,8%
        de los casos (n = 25), con contacto físico, como ca-     Sin embargo, la notificación a una autoridad fue
        ricias y tocamientos o masturbaciones en el 78,9%  un proceso mucho más difícil para las víctimas en-
        (n = 30); introducción de objetos o alguna parte del  cuestadas, que manifiestan haber sentido un profun-
        cuerpo del victimario ya fuera por vía vaginal, anal u  do malestar derivado de la misma. Así, en un 44,7%
        oral en el 42,1% (n = 16) e introducción de partes de  (n = 17) de los casos los participantes indican que se
        su cuerpo al cuerpo del victimario en el 10,5% (n =  notificaron los abusos, mayoritariamente (94,1%; n =
        4), de forma similar a lo obtenido en otros estudios  16) a un representante de la Iglesia Católica, seguido
        (véase la revisión de Dressing et al., 2017).         de a un miembro de los cuerpos y fuerzas de segu-
                                                              ridad (23,5%; n = 4) y al poder judicial (11,8%; n = 2).
           En relación con el victimario, éste fue un varón (n  Dicha notificación fue realizada en la mitad de las
        = 38), con el rol de párroco o sacerdote en el 65,8%  ocasiones por la propia víctima (47,1%; n = 8), la ma-
        de los casos (n = 25). Un 34,2% (n = 13) de los partici-  dre (23,5%; n = 4), otro familiar (23,5%; n = 4), el padre
        pantes informó que el victimario usó sus creencias  (11,8%; n = 2), un representante de la Iglesia Católica
        religiosas en el transcurso de los abusos. Algunas de  (11,8%; n = 2) y un caso fue notificado por un descono-
        las frases utilizadas por los victimarios pueden verse  cido o desconocida (5,9%).
        en la Figura 2.
                                                                 De  los  17  casos  notificados,  más  de  la  mitad
        Revelación y notificación de la victimización se-     (52,9%; n = 9) señalaron que la notificación tuvo un
        xual                                                  impacto negativo sobre su bienestar, mostrando una
                                                              puntuación media de 2,8 (D.T. = 3,4) sobre 10, repre-
           Se observa, en los resultados obtenidos, que la  sentando este último valor un impacto totalmente
        mayoría de las víctimas requirieron de un tiempo de  positivo. Las víctimas creyeron que la Iglesia las cree-
        reflexión y maduración personal antes de poder re-    ría y actuaría en consecuencia. Lo que ocurrió, como
        velar lo sucedido, como ya se ha indicado en trabajos  se ha observado en otros países, fue todo lo contrario
        previos con víctimas de abuso sexual en España (Ta-   (Doyle, 2009).
        marit, Abad y Hernández-Hidalgo, 2015). Referente a
        la primera revelación, la mayoría de los participantes




























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