Page 16 - ALERGIAS BÁSICAS
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IL-13, IL-25), citocinas Th1 (IL-12, IFN-γ), citocinas proinflamatorias (IL-1β, IL-6, IL-8, TNF-
α), y citocinas inhibidoras (IL-10, TGF). Además, expresan receptores para la mayor parte de
estas citocinas.
Entre las funciones de los eosinófilos está la de fagocitar inmunocomplejos, regular la
respuesta alérgica y de las reacciones de hipersensibilidad, ser citotóxicos frente a
microorganismos no fagocitables como los helmintos, y participar en la reparación y
remodelación tisular.
Una característica de las reacciones de hipersensibilidad inmediata es la presencia de
eosinófilos en el infiltrado celular asociado. En las enfermedades atópicas puede haber
también eosinofilia en sangre, lo que podría indicar un aumento de la eosinofilopoyesis en
estos enfermos. Estas células son potencialmente tóxicas y pueden participar en el daño
tisular asociado a estas reacciones. Los gránulos de los eosinófilos contienen diversas
proteínas como la proteína básica principal (MBP) o la proteína catiónica del eosinófilo (ECP),
que son liberadas al medio extracelular tras su activación por LTB4 o PAF. La MBP, ECP,
neurotoxina derivada del eosinófilo (EDN) y peroxidasa eosinofílica (POE) funcionan como
toxinas catiónicas, además de ser activadores celulares que perpetúan la respuesta
inflamatoria.
La MBP es tóxica para los helmintos y células tumorales. La ECP es tóxica para helmintos y
posee actividad bactericida. La ECP y la EDN tienen actividad ribonucleasa pero la EDN no
posee actividad citotóxica contra parásitos. La POE es tóxica para helmintos, protozoos,
bacterias, células tumorales y células del epitelio respiratorio.
Tabla 6. Contenido de los gránulos de los eosinófilos
Los eosinófilos están implicados en muchas enfermedades como infecciones parasitarias,
reacciones alérgicas como el asma, enfermedades pulmonares intersticiales, neumonía
eosinofílica, enfermedades granulomatosas, rechazo de injertos, derrame pleural eosinofílico,
o tumores broncogénicos.
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