Page 25 - anuario 2024
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evidencia procedente de la investigación, el estado clínico y circunstancias, la preferencia
                  y acciones de los pacientes - y uno central - la experiencia clínica -) y dos triángulos (uno
                  referido al de beneficios-riesgos-costes, de verdadero valor científico; y otro referido al
                  paciente-médico-industria farmacéutica, de verdadero valor ético). Esta es una situación
                  ideal de la MBE. Porque enseguida nos percatamos el uso de la MBE ha ido unido a su
                  abuso y mal uso. Y, como todo paradigma, tiene su auge y su  crisis, sus luces y sus
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                  sombras  .
                  Es decir, en la toma de decisiones basadas en pruebas se comparte la decisión con el
                  paciente,  aunque  es  posible  que  conceptualmente  las  características  de  la  MBE  se
                  centraran,  erróneamente,  en  el  ensayo  clínico,  la  revisión  sistemática  y  metaanálisis,
                  modelos conceptuales de investigación que buscaban la generalización de los resultados,
                  o  el  mejor  resultado  para  el  paciente  promedio  en  las  condiciones  "ideales"  de  la
                  experimentación. Pero lo cierto es que, aunque hay muchos pacientes parecidos, todos
                  son diferentes y esa diferencia es la base de la práctica clínica y constituye la esencia del
                  arte de la medicina. Y esta es la base de la convivencia de la investigación y la clínica, o lo
                  que es lo mismo la convivencia y complementariedad de la MBE y de la evidencia basada
                  en la medicina (EBM). Porque esta última, como complementaria de la MBE, subraya el
                  beneficio de considerar la "evidencia de la vida real" y a través del análisis del gran acúmulo
                  de  datos  obtenidos  (macrodatos  o  "big  data")  se  puedan  generar  evidencias  que
                  complementen a las procedentes de experimentos y ya en un entorno de práctica clínica
                           1,5
                  “habitual”  .
                  Por ello, después de la MBE surgió el concepto de la Medicina centrada en el paciente
                  (MCP),  en  la  que  se  reivindicaba  la  necesidad  de  volver  la  mirada  hacia  el  paciente
                  individual, en base a conceptos como la toma de decisiones compartidas ("shared decision
                  making") o la capacitación de los pacientes ("patient´s empowerment"). Porque lo cierto es
                  que la MBE y la MCP, al igual que la investigación y la práctica clínica, son las dos caras
                  de la misma moneda, que debieran ser complementarias y nutrirse mutuamente. Porque
                  no debiera practicarse una MCP que no estuviese basada en la mejor evidencia disponible,
                                                                                                    6,7
                  ni es posible imaginar una MBE cuyo objetivo final esté alejado del paciente individual  .


                  Prevención cuaternaria y estrategias de mejora: del No hacer al

                  Menos es más


                  Más allá de las conocidas prevención primaria, secundaria y terciaria está la prevención
                  cuaternaria, entendiendo como  tal el  conjunto de actividades sanitarias  que atenúan o
                  evitan  las  consecuencias  de  las  intervenciones  innecesarias  o  excesivas  del  sistema
                  sanitario, ese exceso de celo diagnóstico, terapéutico y preventivo de nuestra medicalizada
                  sociedad.
                  Muchos autores, fuera y dentro de nuestro país  8-10 , han tratado este tema. Y valga la pena
                  recordar estos heurísticos de Gervás y cols   que conducen a una práctica sanitaria menos
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                  dañina: "Toda intervención sanitaria conlleva beneficios y daños. Solo algunas ofrecen más
                  beneficios que daños", "La prevención es mejor que la curación cuando la intervención
                  preventiva hace menos daño que la intervención curativa", "Las cascadas son inevitables,
                  salvo en su origen", "Hace menos daño un “no” razonable que un “sí” complaciente", "Hay





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