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Ramón Castejón Bolea
                                      Salud Pública, Historia de la Ciencia y Ginecología
                                        Instituto Interuniversitario López Piñero - UMH


                            Aproximación histórica a las


                   enfermedades de transmisión sexual








             as enfermedades de transmisión  los contextos históricos y culturales han   cia de estas enfermedades entre nuevos
             sexual (ETS) o enfermedades vené-  marcado las respuestas médicas y sociales   grupos sociales –adolescentes, inmigran-
             reas –como han sido denominadas  a las enfermedades de transmisión sexual   tes, homosexuales– se convirtió en objeto
        Ldesde el siglo XVI hasta la segunda  y generado diferentes respuestas políticas.  de preocupación e intervención por parte
        mitad del siglo XX– constituyen un grupo                               de los médicos especialistas clínicos y de
        de enfermedades cuya denominación vie-  Es posible que la gonorrea existiera en Eu-  salud pública. Además, nuevas infecciones
        ne definida por su vía de transmisión más  ropa antes del siglo XV, cuando las infeccio-  como  trichomonas,  uretritis  no  gonocóci-
        frecuente: la vía sexual. Esta característi-  nes por sífilis probablemente llegaron por   cas y clamidias se añadieron a las clásicas
        ca hizo que de modo general fueran fuerte-  primera vez del Nuevo Mundo. La experien-  enfermedades venéreas: la sífilis, la  gono-
        mente connotadas desde el punto de vista  cia histórica muestra que el incremento de   rrea, el chancro blando y el linfogranuloma
        moral y percibidas muy a menudo como  estas enfermedades ha sido percibido por el   venéreo.
        resultado de la transgresión de una norma  estado y la sociedad como un indicador de
        sexual, asociadas a conductas sexuales  cambios en la norma sexual y en las conduc-  La década de los 80 del siglo pasado es-
        anormales y, en consecuencia, estigmati-  tas sexuales, y han generado situaciones de   tuvo marcada por la irrupción del VIH/
        zadas. A estas connotaciones se añade  alarma social y diferentes respuestas. Así,   SIDA y su posterior difusión a lo largo de
        una  construcción  epidemiológica  con  un  el cambio del siglo XIX al XX en Europa es-  las siguientes, lo que ha llamado de nuevo
        marcado componente de género. Histórica-  tuvo marcado por intensas preocupaciones   la atención sobre el impacto de estas en-
        mente los roles de género han condiciona-  sobre la amenaza del declive demográfico   fermedades en la sociedad y los dilemas
        do la construcción de las causas y las vías  de  Europa y  la  degeneración  de  su  pobla-  que genera su control. España se vio espe-
        de transmisión de estas enfermedades,  ción. Las enfermedades venéreas fueron   cialmente afectada por esta epidemia, que
        determinando la gestión de su control. Un  percibidas en ese contexto como una de las   inicialmente se caracterizó por el predomi-
        claro ejemplo es la construcción del origen  principales causas del declive de la cantidad   nio de la transmisión entre los usuarios
        de la sífilis asociado a la prostitución fe-  y la calidad de su población -esto es, las pre-  de drogas vía parenteral (intravenosa). Sin
        menina durante el siglo XIX.        ocupaciones eugenésicas- y una amenaza   embargo, la vía de transmisión sexual ha
                                            para la familia, convirtiéndose así en un pe-  ganado peso progresivamente, incidiendo
        Las medidas de control de las ETS han refle-  ligro social para las sociedades europeas.   especialmente en el grupo de hombres que
        jado la tensión entre la libertad individual y                         tienen sexo con hombres.
        el interés del estado por preservar la salud  En el siglo XX, la incidencia de estas en-
        colectiva, lo que ha acabado concretándo-  fermedades decayó durante el periodo de   Las ETS permanecen como un terreno no
        se en la adopción de diferentes estrategias  entreguerras. Sin embargo la tendencia al   solo para temas de salud pública y control
        como el tratamiento médico confidencial, la  descenso se vio interrumpida por la II Gue-  de la enfermedad, sino que constantemen-
        educación sexual, el seguimiento de con-  rra Mundial, aunque la incorporación de la   te invocan cuestiones más amplias sobre la
        tactos o la obligatoriedad del diagnóstico y  penicilina y otros antibióticos a los recursos   sociedad, la responsabilidad, la moralidad,
        el tratamiento. Estas estrategias, que han  terapéuticos mejoró la situación y generó un   el género, la sexualidad y la ciudadanía. Los
        oscilado entre el voluntarismo y la coerción,  amplio optimismo. No obstante, a finales de   intentos de controlar la conducta individual
        han intentado con más o menos éxito con-  la década de los 50 este optimismo fue en-  en beneficio de la salud pública resultan
        trolar estas enfermedades. En cada época  sombreciéndose. El aumento de la inciden-  casi siempre problemáticos.


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